El pasado jueves, Mario Draghi administraba otra dosis de droga a los mercados, anticipando que en diciembre el BCE podría dar otra vuelta de tuerca a su política monetaria expansiva. Consecuencias inmediatas: la bolsa europea reaccionó una vez más al alza (+3,4% desde el anuncio), más pendiente de los euros que podrían caer del cielo que de las motivaciones que mueven a Draghi, es decir, que la economía europea continúa...