El concepto del aplanamiento de la curva de rendimiento de los bonos americanos es muy sencillo y está sucediendo actualmente: la diferencia entre las rentabilidades de los bonos de corto plazo y los bonos de largo plazo disminuye hasta que llega a ser cero, lo que viene a ser la misma rentabilidad del bono corto como del largo. Tal como se ve en el gráfico, que muestra la evolución de los tipos a 1 año (línea discontinua) y 10 años (línea continua) en Estados Unidos en los últimos doce meses, la rentabilidad del bono americano a 10 años y la de 1 año es prácticamente igual, 2,4505% y 2,4479%, respectivamente.
¿Por qué se aplana la curva de tipos? ¿Cómo puede ser que la inversión a 10 años rinda lo mismo que una a 1 año? Puede deberse a diversas razones: una está relacionada con la inflación, en concreto, con la expectativa de que a futuro la inflación caiga. Los inversores a largo plazo pretenden que la rentabilidad recoja la pérdida de valor futuro de la inversión ocasionada por la inflación. Esta prima o plus requerida en la rentabilidad a largo plazo disminuye cuando la inflación no preocupa, o lo que es lo mismo, que no se cree que se vaya a incrementar. Otra razón versa sobre anticiparse a una ralentización del crecimiento económico. También puede ocurrir el aplanamiento cuando existe una expectativa de subida de tipos a corto plazo por parte de la Reserva Federal.
Si la curva se invierte, los tipos de interés a largo plazo son menores que los de corto plazo, es decir, los inversores creen que los tipos van a ser aún más bajos en el futuro que actualmente, y esto no es muy habitual. Históricamente, una curva invertida en numerosas ocasiones ha precedido un periodo de recesión: ha ocurrido sólo 8 veces desde 1958, y en dos de cada tres ocasiones se produjo una recesión al cabo de dos años.
¿Y por qué razón pensamos que se produce el aplanamiento de la curva actual? En nuestra opinión, por la rebaja de las perspectivas de crecimiento de la economía por parte de la Reserva Federal en su última reunión la semana pasada, y el efecto sobre los tipos de interés, que no es otro que que finalmente no haya más subidas a lo largo de este año 2019, es decir, que no se lleven a cabo las dos subidas que estaban previstas, y por tanto descontadas por los mercados. Pero el problema real, el motivo de preocupación para el mercado, es una posible ralentización de la economía, lo que ha ocasionado este movimiento brusco de la curva hasta los niveles actuales.
La curva todavía no se ha invertido… pero el primer paso es el aplanamiento de la misma. Veremos a ver qué pasa, ¡pero no tiene buena pinta!