Los tipos de interés este mes de febrero han vuelto a descontar más subidas de tipos de interés, debido en gran parte a que las cifras de inflación no bajan tal como esperaban los bancos centrales. Como consecuencia, todos los tipos de activos de renta fija han caído excepto los bonos de alto rendimiento europeos, que se han mantenido sin cambios. A cierre de mes, los tipos de interés a 2 años en EEUU están ya por encima del 5% y la curva se ha invertido, de modo que podría anticipar una recesión. Los activos de riesgo deberían corregir y reducir sus valoraciones.
La renta variable tuvo un comportamiento mixto, con subidas en Europa y caídas en EEUU y China, mientras que Japón cerró ligeramente al alza. Los mercados europeos se están comportando mejor que los americanos, en parte por el diferencial de tipos de interés entre ambas zonas, además de que la valoración de los activos europeos sigue lastrada respecto a la de los americanos.
Los datos macroeconómicos como la confianza de empresas y consumidores de EEUU reflejan cierto pesimismo, sin embargo, los datos más objetivos de paro e industriales permanecen sólidos, lo que permitiría mantener el consumo robusto como hasta ahora. Si los datos de paro se dispararan cerca del 5%, sí que se vería afectado el consumo y se podría entrar en una recesión más o menos profunda. Por otro lado, un mercado laboral que aún se muestra fuerte sigue empujando los salarios al alza, mucho más de lo deseado por los bancos centrales. De ahí el cambio de perspectiva en relación con las subidas de tipos de interés, que en este último mes reflejan nuevas subidas esperadas tanto en EEUU como en Europa. Los inversores están muy atentos a peores datos de paro y de actividad económica ya que, de producirse, sería la única forma de controlar la inflación – en definitiva, éste es el objetivo de los bancos centrales ya que la cadena de transmisión entre la subida de tipos y una bajada de la inflación es un parón de la economía.
En Europa, el crecimiento que se espera para el 2023 será más bajo aunque de momento, debido a un invierno más bien cálido y su efecto en los precios del gas natural, los datos de actividad sólidos y la reapertura de China, el crecimiento no se está resintiendo. Si la inflación se resiste a bajar, los bancos centrales no sólo van a tener que seguir subiendo tipos de interés, también deberán mantenerlos más altos, durante más tiempo.
El oro perdió todo lo subido en enero y está prácticamente al mismo precio que a final del año, y el USD recuperó un 2,73% frente al Euro.
Hemos empezado a comprar renta fija en las carteras, tal como recomendamos en enero, de momento algo de bonos corporativos, bonos de alto rendimiento de duraciones cortas y bonos gubernamentales, sobre todo americanos. A medida que sigan subiendo tipos de interés, iremos completando estas compras. En cuanto a la renta variable, tras la salida de Japón en las carteras esperamos el momento de corrección de los activos de riesgo para incrementar posiciones.