Mercados Ene 22: la FED devuelve a las bolsas a los niveles de julio

El mes de enero cerró con mucha volatilidad en los mercados, sobre todo los de los activos de mayor riesgo, aunque los dos últimos días el mercado maquilló el desastroso comienzo de año con dos días de subidas. Las caídas fueron más acusadas en EEUU, con el Nasdaq cayendo aproximadamente un 9% y el S&P 500 un 5%, frente a Europa, que perdió un 2,88% en el mes. Japón cayó un 6% y China más de un 7,5%. EEUU publicó un mal dato de confianza de los consumidores a final de año y las solicitudes semanales de empleo aumentaron en la medida en la que la variante Omicron pasó factura, aunque la tasa de empleo se situó por debajo del 4% en diciembre. En lo que respecta a Europa, el crecimiento frenó fuertemente en Alemania en el cuarto trimestre 2021, con una caída del PIB del 0,7% intertrimestral , muy afectado por la bajada del gasto de los consumidores por las restricciones para hacer frente a la propagación del virus.

Las perspectivas de inflación van a ser el punto prioritario en la evolución de los diferentes tipos de activos a lo largo del año y las decisiones de los bancos centrales. En su reunión de enero, la FED envió un mensaje más restrictivo de lo esperado por el mercado, en relación al fuerte repunte de la inflación en EEUU (7% a cierre de año) y las consecuentes subidas de tipos que aprobarán. En su comparecencia tras dicha reunión el presidente de la FED, por primera vez en años, no fue claro en la predicción de lo que iban a hacer a futuro, de forma que deja a los mercados “solos”, no haciendo lo que ha hecho hasta ahora, que es ocuparse de gestionar las expectativas de los mercados. Esta situación está creando mucha volatilidad. En Europa, la inflación a cierre de año fue del 5%, algo menor que en EEUU, y el BCE sigue intentando sostener los tipos oficiales bajos, de forma que los tipos de interés de mercado no consiguen incrementarse y se mantienen a niveles bajísimos.

Las razones del repunte global de la inflación se centran en una fuerte recuperación de la demanda tras meses de pandemia, la oferta insuficiente y, por último, los problemas relacionados con el transporte, que han retrasado y encarecido los productos. Parece que la demanda seguirá fuerte a lo largo del 2022, teniendo en cuenta que las restricciones de la pandemia han limitado el consumo, además de los cheques estímulo que se han repartido para proteger los ingresos de los hogares. Las cadenas de suministro previsiblemente seguirán algo atascadas en 2022 y seguirán los problemas, más que por exceso de demanda, por escasez de la oferta. Será muy importante que se recuperen los niveles de gasto en servicios, en vez de en productos, para que se alivie un poco la tensión en los precios de los mismos. El mercado laboral va a ser crucial en el debate sobre la inflación, ya que los incrementos de sueldos deberán estar acompañados de incrementos de productividad, y de no ser así, el aumento de los salarios hará que la inflación subyacente repunte por encima del objetivo marcado por los bancos centrales e inversores.

En cuanto a los mercados de renta fija, con estos movimientos de los bancos centrales y los fuertes datos de inflación, sufrieron caídas considerables. Los diferenciales de crédito se ampliaron de forma que los bonos corporativos cayeron entre el 1,30% en Europa y el 3,37% en EEUU y los de alto rendimiento alrededor del 2,70% en ambas zonas geográficas. Los bonos gubernamentales cayeron un 2% en EEUU y el 1% en Europa.

Las expectativas de tipos beneficiaron al USD, que subió un 1,24% en el mes. El oro cayó un 1,75%, ante la perspectiva de una vuelta a una política monetaria más normalizada. Los precios de la energía, en concreto el petróleo, repuntaron fuertemente en el mes, o que sugiere que la normalización de la inflación va a ser menos evidente.

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