El viernes pasado, 20 de septiembre, el ministro de finanzas indio, Nirmala Sitharaman, anunció un recorte sorpresa de impuesto de sociedades domésticas, del 30% de máximo actual al nuevo tipo máximo del 22%. Esta medida se suma a otras que ha empezado a tomar el gobierno desde hace un par de semanas para intentar apoyar el crecimiento económico, incrementar el empleo y mejorar el sentimiento del inversor.
El mercado de renta variable indio (Nifty) subió tras las noticias un 5,3% el mismo día.
Los analistas del mercado han celebrado estas medidas, ya que realmente creen que conseguirán relanzar la economía, estimular los ingresos y recuperar el capex (inversiones en capital), lo que al final, va a verse de forma positiva por los inversores.
A futuro, estas medidas deberían incrementar la actividad económica y finalizando la temporada de los monzones (junio – septiembre), mejorar la confianza de los consumidores y la flexibilización de las condiciones financieras.
Otro atractivo de la India es que su economía está enfocada más domésticamente que otras, aunque no es inmune a un posible shock económico global, el incremento del precio del petróleo, tensiones geopolíticas o la volatilidad global de los mercados.
Creemos que invertir en India es una historia de crecimiento a una valoración razonable. Actualmente cotiza aproximadamente a un P/E de 17,2X frente a la media de los últimos 5 años de 17,0X. Además, el consenso espera un crecimiento de los ingresos para el año 2020 del 26%, la mayor expectativa de crecimiento entre los países emergentes.
En un pasado tuvimos algo de exposición al mercado Indio, con bastante éxito. Desinvertimos en su momento y ahora estamos planteando volver a entrar a través del fondo GS India Equity A (LU0333810181).
Adjunto la información del fondo comparado con el índice Nifty en un mismo gráfico. Como veréis, el fondo (en blanco) ha batido al índice (en rojo) de forma bastante consistente a lo largo de los últimos 5 años:
